En un arrebato la vida es desoladora y de repente perdemos el sentido por vivir. Buscamos atajos para acabar con la agonía del sufrimiento o vivimos simplemente por otros a los que queremos.
¿Pero donde? ¿En qué punto se pierde el entusiasmo por vivir?
¿Qué paso con los días felices?
¿Y de los sueños?
¿En qué momento de la vida alguien pierde la chispa por vivir? O de otra manera ¿Cuándo alguien empieza a vivir la vida sin vivirla?
¿Te acuerdas? Decías: “cuando caiga me volveré a levantar.”
Un día de repente, ya no llevas las riendas de tu propia vida y en el olvido caen esas mañanas donde te despertabas con una sonrisa y ánimo para comerte el mundo.
A hora sencillamente has caído en la esclavitud de la sumisión.
Pero escucha el llanto del niño que llevas dentro, siente el latir de tu corazón.
Mi voz es débil, pero nunca dejo de decirte que aún hay tiempo para rehacer la vida.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada